martes, 3 de septiembre de 2013

Reciclado de Vehículos en los Centros CAT

Los cementerios de vehículos son historia, casi todos sus componentes se reciclan, reutilizan o sirven como fuente de energía. Los neumáticos inservibles acaban por ejemplo como césped artificial; la chapa como vigas para edificios; las lunas como papel de lija; y las baterías como acumuladores de energías renovables. Esta transformación sucede gracias a complejos procesos industriales o creativos, pero hay opciones de andar por casa. ¿Quién no se ha balanceado en un columpio que era un neumático?.
 
La legislación europea (2000/53/CE) obliga a que al menos el 85% del peso del coche se recupere para su reutilización, reciclaje o valorización (que sirva como combustible para generar energía). Como mínimo, el 80% tiene que destinarse a las dos primeras opciones. Este era el objetivo para 2006-2015 y España no solo cumple la norma, sino que es de los países de la UE con mejores cifras. “En 2012 recuperamos de media el 88% del peso total de los vehículos y el 83% se reutilizó o recicló”, detalla Manuel Kindelan, director general de la Asociación española para el tratamiento medioambiental de los vehículos fuera de uso (Sigrauto).
 
“El fin de la vida de un coche ya no es un problema y todo el tratamiento no le cuesta nada al ciudadano cuando se deshace de él, como sí sucede en otros países”, añade. De hecho, los coches ya no mueren y se entierran en el cementerio sino que se ‘reencarnan’ en muy diversas aplicaciones. Esto supone un ahorro en materias primas y una reducción del impacto medioambiental en la fabricación de nuevos componentes. Sea cual sea su destino final, unas veces será en coches a estrenar y otras en productos tan diferentes como el suelo de goma un parque infantil o un cuchillo de acero.
 
El proceso se inicia desde que el vehículo llega al centro autorizado de tratamiento (CAT),  (decir que Desguace Motocoche fué el primer desguace de la provincia de Granada en conseguir dicho distintivo) donde hay que entregarlo cuando ya no lo queremos. “Estos centros, lo que conocemos como desguaces, son los únicos que pueden dar de baja el coche”. A partir de ahí, se descontaminan –se retiran todos los líquidos y residuos peligrosos como los aceites hidráulicos, del motor, anticongelante o los filtros— y se separan los componentes que pueden ser reutilizados de los materiales reciclables, desde la chapa hasta los cristales.
 
“Hay piezas que pueden servir para otro vehículo porque están en buen estado, esas se desmontan y almacenan para cuando se necesiten para coches que sufran una avería y requieran recambios”, explica Kindelan.
Algunos elementos, como los neumáticos, se cambian con
cierta frecuencia durante la vida útil del coche. Los viejos nunca deberían acabar en el vertedero, está prohibido desde 2006. Algunos se reutilizan, otros se reciclan y unos pocos se queman como combustible.
 
 
También las baterías, tanto de coches convencionales como las de los eléctricos e híbridos enchufables, suelen sustituirse. Las primeras normalmente se reciclan: se extrae por una parte el plomo y por otra el plástico. Ambos materiales acaban normalmente en nuevas baterías.
 
 

1 comentario:

  1. Gracias por vuestra artículo. Como sabéis en nuestro blog http://talleresenred.com/blog/?p=50#more-50 hacemos referencia a cómo debemos desmitificar vuestra labor como Centros Autorizados de las antiguas chatarrerías.

    Hay que estar del lado de los profesionales CAT´s que trabajáis día a día y apostáis por la calidad y el reciclado y desligarlo de otro tipo de negocios que enturbian vuestra imagen. En tiempos de crisis muchos negocios paralelos siguen entumeciendo vuestra labor.

    Enhorabuena por vuestro blog, por vuestro saber hacer como primer centro CAT de Granada y vuestro futuro.

    Un saludo de todo el equipo.

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