Revisiones básicas para tener tu vehículo a punto
La revisión del vehículo de forma periódica es
obligatoria y recomendable para evitar estar dentro del porcentaje de sufrir
una avería grave o ahorrarte un buen pellizco de dinero en el taller porque “llegas
tarde” y el daño ya es irreparable. Y, sobre todo, para tu seguridad y la de
todo aquel o aquella que viaje contigo.
El coche sigue siento la opción preferida para viajar
para muchos españoles por lo que realizar las revisiones recomendadas por el
fabricante, así como las propias del vehículo, supone, como ya hemos destacado,
un seguro de vida y un ahorro para los bolsillos, porque si el coche tiene un
correcto mantenimiento, vamos a experimentar menos consumo de combustible y se minimizan
los riesgos de sufrir una avería grande por la que tengamos que dejar el coche
varios días en el taller.
A continuación, os dejamos una lista con las
revisiones básicas para garantizar la buena salud del vehículo
Aceite del motor. Este es el elemento clave en las revisiones.
Su sustitución es imprescindible para conservar el motor engrasado, ya que con
el paso del tiempo y de kilómetros pierde sus propiedades.
Neumáticos. El mantenimiento de los neumáticos de las
ruedas también es muy importante. Hay que controlar la presión como mínimo cada
quince días y, sobre todo, antes de dar comienzo a viajes largos. Este paso se
debe hacer con los neumáticos fríos. Unos neumáticos con una presión baja,
aparte de ser peligroso, restan potencia al coche y nos hacen gastar más
gasolina.
Sistema de refrigeración
del motor. Hay que comprobar el
nivel de refrigerante que lo protege contra la corrosión. Es recomendable
sustituirlo cada dos años. De paso, también se debe comprobar el estado del radiador,
manguitos, bombas de agua, correa del ventilador…
Sistema de frenos. El sistema de frenos es otro de los
apartados más importantes para nuestra seguridad. En este punto, tenemos que
revisar varios aspectos:
-Comprobación del líquido
de frenos: La falta de líquido, o un nivel anormal del mismo, nos puede
indicar que hay algún problema en el sistema. Hay que revisar el desgaste del
conjunto de frenos y si existen manchas en el circuito que indiquen la
existencia de alguna fuga.
-Revisión de discos
y pastillas: Comprobaremos cómo se encuentran para detectar otras posibles
averías. Es recomendable revisar las pastillas cada 10.000 kilómetros y
sustituirlas cuando su espesor sea inferior a 2mm. En el caso de los discos de
freno, tendremos que cambiarlos cuando su espesor sea inferior al recomendado
por el fabricante.
Alumbrado. Mantener las luces y el sistema de alumbrado
del coche es fundamental para una conducción segura. Y, aunque no debe ser el
único motivo para revisarlas, cabe decir que un fallo en estos dispositivos
puede ser motivo de sanción por parte de la DGT. Todos los modelos incluyen un
mando en el salpicadero que permite regular la altura de los faros. Lo normal es seleccionar la posición 0 cuando solo los asientos
delanteros están ocupados; 1 cuando viajes con todos los asientos ocupados; el
2 con pasajeros en todas las plazas y carga en el maletero; y, por último, el 3
cuando circule el conductor y el maletero esté cargado. Limpiarlos con
frecuencia también es necesario.
¿Qué hay que revisar y
cada cuánto hacerlo?
-Cada 10.000 km se deben comprobar los niveles de agua,
aceite, líquido de frenos. Es aconsejable revisar el alumbrado, los neumáticos
y cambiar el filtro de habitáculo.
-Cada 20.000 km se debe sustituir el aceite, el filtro
y las pastillas de freno.
-Cada 40.000 km es conveniente sustituir los discos de
freno, las bujías (en el caso de vehículo de gasolina) y el líquido de frenos.
Se deberá revisar también los amortiguadores, los manguitos, la batería,
airbags y la correa de distribución, entre otros aspectos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario