Las precipitaciones convierten la carretera en un escenario peligroso. Estar al volante con lluvia es bastante incómodo, pero debemos tener en cuenta que no sólo nos molesta a nosotros, sino también al resto de personas que conducen. En esta época del año son frecuentes las tormentas de verano que, a menudo, nos pillan por sorpresa. Y son estas precipitaciones las que más problemas dan después de un periodo estival tan seco como el que tenemos en España.
Normalmente hay unas reglas básicas a seguir en caso de lluvia mientras conducimos. Sin embargo, hay muchas personas que se sienten inseguras al conducir en estas condiciones meteorológicas.
1. Revisa las escobillas del limpiaparabrisas
Puede ser muy molesto cuando al usarlo chirría o si en lugar de limpiar ensucia el cristal. Otra de las averías más comunes suele ser que tenga uno de los extremos sueltos. Es conveniente cambiarlas una vez al año para evitar todas estas molestias.
2. Neumáticos a punto
Hay que echar un vistazo a los neumáticos siempre, pero aún más en situaciones de lluvia. Es sencillo saber si están bien por el surco de las ruedas. El agarre llega a disminuir bastante y los surcos sirven para desalojar el exceso de agua en las ruedas.
3. Si llueve poco, no te confíes
Las primeras gotas de lluvia se mezclan con la grasa y el polvo de la carretera, sobre todo en estos meses después del verano. Esto hace que la adherencia de los neumáticos se reduzca considerablemente. Sin embargo, cuando llueve durante un rato o en más cantidad la carretera se limpia y los neumáticos vuelven a agarrar casi con normalidad.
4. Aumenta la distancia de seguridad y hazte ver
La capacidad de frenada de tu vehículo se reduce bastante cuando empieza a llover y necesitará más distancia para detenerse, por lo que hay que dejar suficiente espacio con el vehículo anterior. Y enciende las luces para aumentar tanto tu visibilidad como para que el resto de conductores te vean.
5. Ten en cuenta elementos como alcantarillas o pintura
La principal razón por la que debemos prestarles atención es porque resbalan. Aunque por lo general sólo sea una rueda la que patine al encontrarse con estos objetos, una mínima pérdida de control puede generar problemas más graves. Este peligro obviamente se acentúa si conduces una moto.
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