jueves, 11 de octubre de 2018

Recomendaciones para conducir si estás embarazada



Estar embarazada no es sinónimo de incapacidad y mucho menos al volante. Conducir tu coche es igual de posible que si no lo estuvieras, pero es obligado tomar una serie de precauciones diferentes a las de los demás conductores con el fin de proteger la vida que albergamos en nuestro vientre y la propia.

Los momentos de más peligro del embarazo son los tres primeros meses, debido al mayor riesgo de desprendimiento de la placenta o rotura uterina; y la recta final, debido al tamaño de la barriga, que hace que esté más expuesta. No obstante, durante el resto de meses también hay riesgo.

Para evitar que suframos daños cuando nos traslademos en coche durante el periodo de gestación los siguientes consejos son primordiales.

- Consulta a tu médico. En primer lugar, debes hablar con tu médico para saber si existe algún problema o riesgo en tu embarazo y si, según su dictamen, puedes conducir o no.

- Al sentarse. El respaldo debe estar recto y la parte superior del reposacabezas tiene que situarse a la altura de la cabeza. La distancia de tu barriga al volante debe ser de 25 centímetros. Además, llevar ropa cómoda es la mejor opción.

- El cinturón. Es obligatorio que se utilice, a excepción de autorización expresa. El más apropiado es el de tres puntos de anclaje.

La Dirección General de Tráfico indica los tres pasos a seguir para ponértelo correctamente si estás embarazada: la banda inferior debe colocarse debajo del abdomen y lo más ajustada posible a la parte ósea de las caderas, la banda superior se situará entre las mamas y tiene que rodear el abdomen, y ninguna de las bandas debe quedar holgada.

- El airbag. No debe desactivarse, ya que con la altura adecuada del asiento y la distancia de seguridad indicada este se dirigirá hacia el tórax y la cabeza. De esta forma, no impactará directamente en la barriga y os protegerá a ti y a tu bebé en caso de accidente.

- Tranquilidad. Es muy importante que la conducción sea suave y con una velocidad moderada para evitar choques y sobresaltos durante esta etapa. Para cada dos horas para descansar y activar la circulación e hidratarte.

- Cuidado en el último mes. El tamaño de tu tripa te restará movilidad y con ello la capacidad de actuación en situaciones delicadas, no obviando que estas últimas semanas implican ya riesgo de por sí. Lo más aconsejable es que conduzca tu vehículo otra persona o que vayas acompañada en todos tus trayectos si conduces para que puedas recibir ayuda si lo necesitas.

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